Si por ejemplo, quieres tener a mano un extintor pero no te lo puedes permitir, aquí te enseñamos cómo hacer un extintor casero, igual de útil, fácil de hacer, de manejar y sin costarte un duro. Sigue leyendo.

 

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Necesitamos:

 

Bicarbonato de sodio

Una servilleta de papel

Un tapón de corcho o plastilina

Una cañita de sorber

Una botella de plástico pequeña

Vinagre

Hilo de coser

 

 

Cogemos la servilleta y le echamos dentro 4 cucharadas de bicarbonato y lo atamos con el hilo de coser. Cogemos unas 5 cucharadas de vinagre dentro de la botella, pero con cuidado de que no toque el vinagre. Éste debe estar colocado en el fondo y deja que la bolsita cuelga a media altura de la botella, dejando el hilo que cuelga por fuera.

 

Cogemos la plastilina y sellamos bien la botella, de manera que los bordes queden bien fijados. Si hace falta, ponle un poco de cinta aislante, así no habrá escapes. Haz un agujero e introduce la cañita, de manera que quede bien apretada.

 

Para que nuestro extintor funciones, sólo habría que hacer agitar la botella, dejando que el vinagre y el bicarbonato se mezclen y se comienzan a mezclar los componentes. Tapamos la boquilla de la cañita y dejamos que empiece a ejercer fuerza, de manera que cuando destapamos la cañita, el contenido, en forma de espuma saldrá a gran potencia.

 

 

Así tenemos nuestro extintor y lo podremos usar todas las veces que queramos, porque siempre podremos contar con un poco de bicarbonato y vinagre en la casa, así que no te alteres si hay algún fuego en la cocina, tu extintor casero no te fallará.

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