Los eclipses lunares y solares constituyen un fenómeno curioso, poco común, que despierta el interés de la población. En el pasado, no había signo de peor agüero que un eclipse de Sol.

 

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Esclipse Lunar

 

Los eclipses de Luna son bastante frecuentes. Se producen, relativamente cada poco tiempo.

 

Un eclipse lunar sucede porque la sombra de la Tierra se proyecta sobre la Luna. Desde algunas zonas de la Tierra, se aprecia cómo el disco lunar es invadido por la sombra del planeta, hasta que la luna llena pierde todo su brillo y se ve en el cielo un tono rojizo.

 

Si la Tierra tapa completamente a la Luna, se habla de eclipse total. Si solo se oculta una parte de la Luna, se denomina eclipse parcial. Dado que la tierra es bastante más grande que la Luna, es fácil que el eclipse se vea como un eclipse total desde muchas partes del mundo.

 

Un eclipse lunar siempre suceden la fase de la Luna llena. Es en esta fase cuando la posición de la Tierra es inferior y la de la Luna exterior respecto al Sol.

 

Para poder disfrutar de este fenómeno no es necesario tomar ninguna precaución, ya que no daña a la vista. El único consejo que se puede dar ante esta situación es usar un telescopio para observar y disfrutar más del eclipse lunar.

 

 

 

Eclipse Solar

 

Un eclipse de Sol se produce cuando la Luna se interpone entre la Tierra y la estrella, de forma que oculta una parte del disco solar o la tapa completamente. En función de la parte del Sol que queda tapada por el disco lunar, se distinguen los eclipses totales y los parciales.

 

Durante un eclipse total se pueden observar fenómenos muy interesante. El más importante de ellos es la posibilidad de observación de la corona solar. Con el disco solar tapado, es posible apreciar la envoltura exterior de gases de la estrella. Otra interesante observación es la de las "perlas de Baily" que se pueden ver en la fase de totalidad. Se deben a irregularidades de la superficie lunar (montañas, cráteres...) que dejan pasar solo algunos rayos de luz.

 

Dado que, para que se produzca un eclipse total, los discos de la Luna y el Sol deben coincidir exactamente en el cielo, se trata de fenómenos que no son frecuentes (lo son mucho más los eclipses parciales). Por otra parte, un eclipse solar total se ve solo en una franja de la Tierra (aquella sobre la que se proyecta la sombre de la Luna). Esta es la llamada franja e totalidad. En las zonas adyacentes, se percibe un eclipse parcial.

 

Hay que tener en en cuenta que en un eclipse de Sol se necesita tomar unas precauciones muy importantes como son utilizar gafas especiales o un filtro de pantalla solar total, no son recomendadas ni gafas de sol corrientes o cualquier ingenio casero para ello.

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