Nos viene genial para verano, sobretodo si lo que quieres es pegarte un chapuzón de vez en cuando y no meterte en obras, en gastos y en permisos. Si sigues leyendo, verás cómo hacer una piscina casera. Hacer una piscina casera sin obras, tiene su tiempo de dedicación. No te hablo de meses ni de semanas, pero sí un par de días, para que quede bien.


 

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Y tras estudiar, las posibilidades y los precios, necesitaremos:

 

 

Metros de lona. Lo podemos conseguir por muy buen precio en tiendas de jardinería o especializadas en piscinas. Cojamos unos 5x5 metros.

4 estacas de madera de 200 x 20 x 10 centímetros

16 estacas de madera redondeada de 1.5 metros x 12 cm de diámetro.

Laca para madera aislante o cualquier repelente de agua

Amortiguadores de espuma (en tiendas de piscinas)

Taladradora y tornillos

Grapadora para tejidos

Cinta aislante

Silicona impermeable

 

 

Empezaremos creando la estructura, cogiendo los listones de madera y uniéndolos entre sí, con la taladradora. Éste, será el borde de nuestra piscina casera. 

 

Cuando lo tengamos listo, cogeremos los listones de madera más cortos y más gruesos y colocaremos dos en casa esquina. Eso le proporcionará estabilidad.

 

Con los otras estacas de madera, las colocaremos de igual manera, pero en los lados, no en las esquinas. Así,le proporcionamos más estabilidad y lo reforzamos. Los puedes colocar en la zona central o un poco más separados.

 

Cuando tengamos la estructura montada, la limamos bien, para que no queden esquinas ni en la parte superior ni en los estacones de las patas y lo rociamos con el spray para impermeabilizar, evitando de esta manera que penetre el agua y pudra la madera.

 

Luego, cogemos la espuma para forrar y forramos el borde interior y exterior de la parte superior de la piscina. Lo podemos con la silicona impermeable y luego, reforzamos con cinta aislante. Hacemos lo mismo con las patas de la estructura, por la zona interior, la que da a la lona. Si quieres, puedes poner doble espuma.

 

Ahora colocamos la lona, de manera que se quede apoyado en el suelo, cubriendo, toda la zona. Agarramos los bordes y con la ayuda de la grapadora, empezamos a fijar la lona por debajo del borde de la estructura de madera. Sellamos los bordes de la lona con más cinta aislante y listo.

 

Ya tenemos nuestra piscina casera, sin necesidad de obras y nos ha costado poquísimo. La puedes colocar en el jardín, el patio o en el salón de tu casa si es tu idea. Sólo te queda llenarla y disfrutar de ella.

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